Friday, April 13, 2012

Revisión de Restaurante: Brasas Steakhouse and Pasta, Cabo Rojo, Puerto Rico



Justo frente a la Plaza de Recreo de Cabo Rojo se encuentra Brasas Steakhouse and Pasta, ocupando una antigua casa familiar de principios de siglo XX.


El restaurante tiene un ambiente cómodo y casual. Una de las primeras cosas que nota el visitante es la decoración, inspirada en el Viejo Oeste Norteamericano y, en específico, los vaqueros. ¡Tienen, incluso, una escopeta del siglo XIX en exhibición. La derecha del local está ocupada por una barra.






Ahora, pasemos a la comida. Fui con mi esposo a Brasas para almorzar. Sirven aperitivos, así que escogimos bolitas de queso fritas y chorizos al vino. Los chorizos al vino sabían muy bien; eran de calidad y no estaban grasosos. Las bolitas de queso fritas sabían.... a queso cheddar frito.... jajaja....


Tienen especiales diarios para almuerzo, que cuestan entre $6.00 y $10.00 el plato. Estos incluyen el churrasco, el biftec encebollado, carne de cerdo frita, alas de pollo y medio costillar de cerdo. Se sirven con arroz y habichuelas, arroz  mamposteao, tostones o papas fritas.


Brasas también tiene un menú a la carta, con filet mignon, además de otros cortes de carne, pasta y ensaladas. Los postres incluyen tarta de queso (cheesecake) básico y de Oreos y la tarta de limón de la casa.


La presentación de los platos es buena (no es algo del otro mundo, lo cual va muy bien con el ambiente del lugar). Yo seleccioné las costillas de cerdo con plátano frito (tostones). ¡La carne estaba súper tierna, y se desprendía fácilmente de los huesos! ¡Estaban tan ricas! (Yo pensaba, ¡Dios mío, me quiero llevar hasta los huesos para mis perritos; no los deberían tirar a la basura!)



La selección que hizo mi esposo también fue muy buena. El comió carne de cerdo frita con arroz mamposteao. Para tomar, eligió té frío con sabor a melocotón, que era muy bueno y refrescante. 


Ahora al postre. Mi esposo pidió la tarta de limón, e inmediatamente quedó impresionado. Ellos no sirven la tarta de merengue y limón tradicional, la cual tiene dos capas. ¡Nada de eso! ¡Su textura es cremosa, aterciopelada, perfecta y celestial! En mi opinión, pude notar cierto amargo en el sabor, pero es una cuestión de preferencias individuales. 




En resumen, mi esposo y yo almorzamos muy bien con $33.00, incluyendo el impuesto, y definitivamente queremos regresar.


Algo importante es que el personal se esmera en dar buen servicio. Son amables y simpáticos, lo cual aporta muy positivamente a la experiencia.